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EL ESTUDIO DE NUESTRA VIDA COTIDIANA

Cómo compramos en el supermercado

EVA M. Pose  |  01 de noviembre de 2010 (18:42 h.)
Como comprar en el supermercado
Hasta qué punto somos conscientes de nuestros actos cotidianos, como por ejemplo hacer la compra. ¿Compramos lo necesitamos o lo que nos imponen?

Hoy en día, todos sabemos que el marketing rige nuestras vidas, pero...hasta qué punto somos conscientes de nuestras necesidades reales de compra? A continuación se presenta una serie de puntos estratégicamente analizados y establecidos para hacer una compra más satisfactoria desde el punto de la oferta. Puede resultar un ejercicio muy divertido, fijarnos en ellos la próxima vez que hagamos algo tan cotidiano como hacer la compra en el supermercado de nuestro barrio.
- El suelo. El color y el diseño del pavimento aumentan el desplazamiento o ralentizan la compra para crear ambientes. Hay veces que se adhieren huellas de pies para que sigamos el camino.
- El ritmo. La disposición de los productos marca el ritmo del día: desayuno, comida y cena.
- Las luces. Casi inadvertidas, en charcutería y carnicería los alimentos se iluminan en rojo para hacerlos más apetitosos. El amarillo para los quesos. El azul para el pescado y el verde, que evoca la naturaleza, para vegetales.
- La música. Se utilizan distintos volúmenes y ritmos en función de la cantidad de consumidores que estén en el establecimiento. Así, cuando hay poca gente se usan ritmos lentos y , en caso contrario, rápidos, para acelerar la compra.
- Los pasillos. Los pasillos laterales miden entre 5 y 10 metros, y los interiores son un pequeño laberinto que obliga a deternerse ante productos que no son de primera necesidad.
- Las estanterías. Están distribuidas en tres niveles: abajo los grandes envases y productos necesarios; a media altura los más baratos y a la altura de la vista, los más caros.
- Los carritos. Estos elementos parecen cobrar vida, ya que se complica su "conducción". Si los empujamos y los dejamos solos, veremos como se dirigen hacia la derecha. Curiosamente, la zona del pasillo más iluminada y con productos más atractivos.
- Las colas a la hora de pagar. Es la zona dónde  nos podemos agobiar al tener que esperar, por lo que aquí los niños y mayores tenemos a nuestra disposición productos que nos endulzan un poco la espera.
Este es un pequeño ejemplo de las técnicas de marketing aplicadas en nuestro día a día. Sin duda, constituye un gran trabajo psicológico.

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