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SENTAR LAS BASES DEL NUEVO RÉGIMEN REGULATORIO FINANCIERO.

El sistema financiero mundial aún en incertidumbre.

FMI. Eva M. Pose  |  02 de noviembre de 2010 (18:59 h.)
La economía aún sigue en incertidumbre
La situación financiera ha mejorado gracias a las \"medidas estabilizadoras de los mercados de fondeo y reductoras de los riesgos extremos, pero persisten incertidumbres sustanciales en los mercados

Según el último Informe sobre la estabilidad financiera mundial (GFSR) del Fondo Monetario Internacional, \"El sistema financiero mundial se encuentra aún en un período de significativa incertidumbre y sigue siendo el talón de Aquiles de la recuperación económica.\"

El crecimiento del producto mundial es fuerte en los mercados de países emergentes. Sin embargo, debido a la vulnerabilidad de los balances soberanos ante shocks en el crecimiento, la sostenibilidad de la deuda se reduce.
Por ello, desde el Fondo Monetario Internacional se recomienda solucionar los \"problemas que arrastra el sector bancario\", \"fortalecer los fundamentos de los balances soberanos\" y  \"continuar aclarando y especificando la reforma regulatoria, tomando como base las mejoras sustanciales propuestas por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea\".

La inestabilidad financiera se debió a la vulnerabilidad en los mercados europeos de deuda soberana por su difícil sostenibilidad, además de \"los refinaciamientos de deuda concentrados en el corto plazo y a la falta de diversificación en la base de inversionistas\". Las presiones de fondeo se transmitieron al sector bancario, no ayudando a la reducción del crédito, desacelerando el crecimiento y debilitamiento de los balances.
La confianza financiera se recuperó en cierta medida, por la información de los balances bancarios.

La resolución o la reestructuración de las instituciones financieras más débiles —mediante clausuras, recapitalizaciones o fusiones— sigue siendo prioritaria para que los mercados de fondeo puedan regresar a la normalidad . Cuando fuera necesario deberían otorgarse garantías nacionales y supranacionales que sirvan de respaldo. Para poder seguir progresando será necesaria la voluntad de suprimir los intereses nacionales a favor de un sistema financiero internacional que sea más estable y funcione mejor.

Las recomedaciones del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea son que, el capital propio representará una proporción más elevada de capital total y, por lo tanto, permitirá absorber mejor las pérdidas. Además, el volumen de activos intangibles y calificados que puede incluirse en el capital será limitado (hasta 15%); entre ellos, activos tributarios diferidos, derechos de gestión de hipotecas, inversiones significativas en acciones ordinarias de instituciones financieras y otros activos intangibles. A medida que se estabilice el sistema financiero internacional y cuando la recuperación económica mundial esté
firmemente arraigada, se debería considerar la posibilidad de paulatinamente eliminar por completo los activos intangibles y acortar el período de transición. De esa manera, el sector bancario tendrá mayor capacidad para absorber los shocks que puedan ocurrir en el futuro.  Es necesario formular regulaciones adecuadas con un enfoque macroprudencial para moderar la prociclicidad y limitar los efectos sistémicos de las instituciones financieras, algunas de las cuales no son bancos.

Los mercados emergentes deberían continuar con las políticas encaminadas a estimular el desarrollo de sistemas financieros locales para poder absorber flujos de capital en volúmenes más altos y darles una intermediación segura y eficiente.

Una característica definitoria de la crisis fue la profundidad y la duración de los trastornos sistémicos de la liquidez en los principales mercados de fondeo, cuando las instituciones financieras se vieron simultánea y prolongadamente imposibilitadas de refinanciar u obtener nuevos fondos a corto plazo tanto entre mercados como entre países.

El uso de las calificaciones crediticias es obligatorio en varios regímenes regulatorios. Muchas entidades del sector privado —fondos de pensiones, empresas de seguros y fondos comunes de inversión— usan las calificaciones o índices basados en ellas para tomar decisiones de inversión. Los bancos centrales también utilizan las calificaciones en sus políticas de garantía. Las redistribuciones de activos basadas en rebajas de las calificaciones —por ejemplo, cuando un título se clasifica por debajo del grado de inversión— pueden tener un efecto desestabilizador, provocando ventas forzadas y “efectos acantilado” (cliff effects) en la valoración.

En cuanto a la exactitud, las calificaciones soberanas en general fueron acertadas. Los deudores soberanos que se declararon en cesación de pagos desde 1975 habían recibido una calificación inferior al grado de inversión el año anterior, lo cual lleva a pensar que la calificación ordinal que se precian de usar las calificadoras es significativa. Ahora bien, como los tipos de riesgo asumidos por los deudores soberanos han cambiado recientemente, sería útil para las calificadoras y para los inversionistas contar con mejor información pública sobre el riesgo soberano.
las calificadoras de riesgo han intentado producir calificaciones estables “a lo largo del ciclo” para satisfacer a los clientes que consideran costoso alterar con frecuencia su operatoria de acuerdo con las calificaciones.

Se proponen las siguientes políticas para moderar algunos de los efectos adversos que pueden tener las calificaciones y las calificadoras en la estabilidad financiera.
- Los reguladores deberían eliminar las referencias a las calificaciones en las regulaciones si tienen probabilidades de causar efectos acantilado, los bancos centrales deberían establecer sus propias unidades de análisis del crédito si aceptan garantías con riesgos de crédito incorporados.
- Supervisar a las calificadoras con el mismo rigor que a los bancos que emplean sistemas de calificaciones internas, exigiéndoles declarar las mediciones de los créditos, someter los modelos de calificación a pruebas retrospectivas y efectuar análisis de exactitud ex post.
- Los reguladores deberían restringir el arbitraje de calificaciones y los conflictos de interés planteados por los modelos comerciales en los cuales los emisores pagan por la calificación de sus propios títulos, exigiendo que se suministre más información a los inversionistas.
 Por lo tanto, es preferible mitigar los conflictos de interés que plantea ese modelo divulgando toda calificación preliminar obtenida y haciendo constar quién la pagó.

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