Buscaban un subidón rápido y a punto estuvieron de encontrar la muerte o una ceguera de por vida. Seis jóvenes, tres chicos y tres chicas, todos de entre 13 y 15 años, han estado hospitalizados desde el sábado, dos de ellos en la uci, en el Hospital Infantil del Vall d'Hebron después de que en una fiesta bebieran cubatas con metanol, alcohol de quemar.

La noche del viernes, en una pequeña fiesta, los jóvenes habían tomado combinados mezclando una bebida gaseosa con metanol, conocido popularmente como alcohol de quemar, con la intención de lograr una rápida embriaguez, que no consiguieron. Los chicos, todos ellos de origen suramericano, habían comprado ese líquido inflamable, que suele usarse como combustible en fondues, en un supermercado.

En el momento de su ingreso, los jóvenes sufrían fuertes dolores abdominales, vómitos y un importante cuadro de malestar general. Dos de ellos, además, veían doble y borroso y se dormían incontroladamente. Esos síntomas llevaron a los médicos a ordenar su inmediato ingreso en la uci pues indicaban la posibilidad de que sufrieran daños graves en el cerebro y el nervio óptico.

Finalmente, el hecho de que se les atendiera antes de que pasaran 24 horas permitió evitar daños irreversibles e incluso la muerte de alguno de los chicos. Ayer, los dos jóvenes que estuvieron en la uci recibieron el alta médica. Sus cuatro amigos habían abandonado el hospital los días anteriores.

Rocío Cebrián, responsable de urgencias del Hospital Infantil del Hospital del Vall d'Hebron, alertó ayer de «la extrema peligrosidad» que supone la ingestión de una sustancia que «causa la muerte a una de cada cuatro personas que la toman».

A pesar de que los jóvenes bebieron esa sustancia convencidos de que les iba a proporcionar una embriaguez barata y rápida, la doctora Cebrián señaló que la ingesta de metanol «no proporciona ningún tipo de subidón». «Tan pronto como se lo bebieron empezaron a sentirse muy mal», relató.

Fuente: elPeriodico