La mayor funeraria de Viena, la municipal Bestattung Wien, ha levantado una fuerte polémica en Austria por la idea de utilizar, para calentar sus futuras oficinas, el calor de un crematorio en el que se incineran cadáveres. El portavoz de la empresa, Jürgen Sild, elogió el ahorro y el respeto al medio ambiente de la idea que se prevé aplicar en la nueva sede de la funeraria, que está en construcción y se espera que se inaugure en el 2012.

Las proyectadas nuevas oficinas de la empresa en el Cementerio Central de Viena se encuentran a escasa distancia del crematorio, lo que permitiría utilizar esa fuente de energía para calentar el agua con la que funcionará la calefacción del edificio.

Sild explicó que para incinerar los cuerpos se necesita una gran energía para que los hornos mantengan una temperatura continua de unos 800 grados, y que sería una buena idea utilizarla en lugar de permitir que se malgaste. «La nueva central tiene una calefacción de gas. Pero se planea que la energía que se utiliza para la incineración también se use en el sistema para recuperar energía. Puede sonar estúpido, pero esto también es proteger el clima», afirmó.

El director de la empresa, Christian Fertinger, ha recibido ya varios correos de personas indignadas por la polémica idea. «El respeto por los muertos es fundamental para nosotros», se defendió Sild de las acusaciones de que semejante idea atenta contra los valores cristianos. 

Fuente: La Voz de Galicia