Año 2003, KTM presenta por primera vez en el Tokyo Motor Show un nuevo prototipo: era la RC8 y pronto se empezaron a escribir ríos de tinta acerca de su rompedora imagen y de lo que KTM estaba creando. Sin duda, aquella moto representaba fielmente la filosofía e intenciones de la marca aus tríaca. Hacía meses que ya habían decidido conquistar el asfalto (en tierra ya eran amos y señores en infinidad de competiciones) y la RC8 era la culminación de tantas horas de duro trabajo. Y finalmente llegó.

Al acabo de pocos años, en el 2008, por fin se presentó la ansiada superbike. La expectación era máxima y la nueva estrella no defraudó en absoluto a nadie. Unas líneas tan particulares, conjugadas con una mecánica con la más avanzada tecnología se habían encontrado en una moto tremendamente espectacular. Había nacido una férrea contrin-cante en la titánica lucha que se estaba (y está) llevando a cabo en el segmento de las superbikes. Sus cifras y características lo decían todo: motor V2 a 75º de 1.148 cc, 154 CV, 198 kg en orden de marcha, frenos de última hor-nada, sistema eléctrico de tipo \"CAN bus\" y así una larga lista de elementos que la dejaban perfec-tamente armada para la guerra a la que se iba a enfrentar. Pero en KTM decidieron que no era suficiente: querían todavía más. La competición al más alto nivel quería más y, por supuesto, nosotros también queríamos más. Y nuestras súplicas no cayeron en saco roto…

Días presentes. KTM vuelve a sorprendernos con su fiera RC8, con las ganas de pelea de siempre pero con su garras más afiladas que nunca y, para no confundir a su nueva criatura con la ‘antigua’ RC8, a esta nueva austríaca le han puesto el apellido R. Veamos pues qué es lo que nos han preparado: el motor sigue siendo el mismo V2 a 75º, pero lo han retocado internamente y también le han subido la cilindrada a 1.195 cc, con el consiguiente aumento de potencia (170 CV) y par. Desde un punto de vista estético y funcional, la cúpula es un poco más alta y envolvente, así como el guar-dabarros delantero, que es más aerodinámico y ligero (es de carbono y pesa sólo 150 gr). Monta una nueva tija triple y también recibe ligeras modi-ficaciones en las suspensiones. Nuevas pinzas Brembo mono-bloque de cuatro pistones, llantas Marchesini forjadas hiperligeras, nueva caja de cambios, kits de potenciación para competición y así un sinfín de pequeños detalles que convierten a esta moto en un producto prepa-rado prácticamente para competir tan cual te la entregan en el concesionario. Y si esto te parece poco, también han creado una línea de PowerParts para perso-nalizar tu moto hasta límites insospechados, hasta tal punto que también tienen indumentaria para vestirte a ti e ir los dos perfecta-mente conjuntados.

En todos estos años en los que KTM ha entrado en el mundo del asfalto ha ido acaparando expe-riencia en muchos aspectos, de tal forma que hoy se pueden permitir el lujo de poner a tu disposición una de las superbikes más elaboradas y personalísimas que se pueden encontrar en el mercado. El lema de los austríacos es Ready to Race; la RC8 R está más ready que nunca que ponerte una sonrisa de oreja a oreja. ¿Y tú? ¿También estás ready para ponerte a los mandos de esta joyita?