No han pasado 48 horas desde que Bibiana Aído dejó de velar por la igualdad de género y ya se han promovido situaciones o consejos que hace una semana no hubieran superado el estricto filtro de lo ‘políticamente correcto’. El lector tendrá que parpadear dos veces al descubrir que el mismísimo Microsoft, a través de un portal con su marca, ha publicado la guía “Claves para ligarte a tu jefe”. El inesperado tutorial ha aparecido publicado en el portal MSN y en la sección Dinero, dedicada a consejos de orden financiero para particulares.

Ajenos a la realidad de su tiempo, las huestes de Steve Ballmer se prodigan en todo tipo de consejos para que las féminas empleen todo tipo de estratagemas para flirtear con el jefe y conseguir sus favores. “Las relaciones con los jefes no siempre tienen que ser tirantes o inexistentes. Si tu corazón late a mil por tu jefe/a, quieres un ascenso rápido o simplemente una noche de pasión, sigue estos consejos que te damos.”, podemos leer en MSN. Y el asunto no da lugar a interpretaciones: mejora laboral a cambio de relaciones carnales con el patrón, consejos que nos trasladan a otros tiempos en los que el pellizco en el trasero era el peaje habitual y cotidiano para las miembras del personal administrativo.

Mujer objeto

Las armas de mujer al descubierto. Y es que el tercer consejo reivindica el estereotipo de rol ñoño e ignorante del género femenino: “Invéntate cualquier excusa para ir a su despacho o hablar con él. Aunque sepas perfectamente cómo hacer una tarea, ve a preguntarle cualquier duda que te saques de la manga. Lo importante es que te vea y pasar un rato a solas en su despacho. Ya sabes, el roce hace el cariño”. El lapidario consejo se acompaña de una foto en la que podemos ver una sugerente extremidad femenina con zapato de tacón, y a dos ejecutivos embelesados ante el panorama.

Pero por si no quedaba claro el peso de la mujer objeto en el decálogo de MSN, uno de los puntos insta a las féminas a “ir como un pincel”, siempre perfumadas y “resaltando tus mejores atributos (pechos o culo)” (sic). Eso sí, sin pasarse, “sin ser fashion victim”. También la guía aconseja prudencia: “Si entras a saco el jefe puede pensar que lo que buscas es un ascenso o tienes un interés propio y puedes salir incluso perjudicado”, sugiere el portal de los de Redmond.

Y para concluir, si todos estos ardides han funcionado, nuestra heroína habrá doblegado la voluntad de la poderosa figura del directivo, y llegará el momento de consumar, dando rienda suelta a los instintos más básicos: “Hazle saber de forma indirecta tus intenciones. Una mirada sensual, una indirecta dicha en el momento precisa, un gesto que no deje lugar a dudas... Eso sí, todo con discreción, sin que nadie lo note, solo vosotros dos.”, podemos leer bajo una foto de una mujer sentada sobre la mesa y el jefe peligrosamente cerca. Bibiana, we miss you.

Fuente: elconfidencial