No es lo mismo estar leyendo todos los días titulares como los siguientes: A toda velocidad al nuevo desplome global, Joseph Stiglitz: “La austeridad conduce al desastre”, ¿Por qué se hunde la economía y no podemos evitarlo?, Grecia y la deuda: comienza el desplome del dominó europeo, La nueva realidad de los mercados: caos y volatilidad, Cómo Wall Street destruyó la economía mundial, etc. etc.

Comparado con estos: La crisis reforzará el Euro no lo destruirá, El FMI nos dice que la crisis fue de V, “esto sólo lo arreglamos entre todos”, lo que necesitamos, entre otros.

Todos estos titulares se han visto en estas páginas en las últimas semanas, aunque son un reflejo de lo que se sigue viendo en mucha prensa alrededor del mundo, con el número de los del primer tipo superando por mucho los del segundo.

Como dice el artículo vinculado, ser pesimista tiene ventajas, ya que es probable que tengas en cuenta el peor caso en situaciones y tomar medidas para evitarlo o mitigarlo. Puede ser, aunque si eres optimista y también profesional, tomarás el peor caso en tus análisis sobre proyectos y sobre el futuro.

Por otra parte, dice, que el optimismo es necesario en un mundo de visión y de ideas nuevas para ser más creativo.

Fuente: elblogsalmon