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SAMUEL KOCH PODRÍA QUEDAR PARALÍTICO TRAS SU PARTICIPACIÓN EN UN TELECONCURSO DE MILLONARIA AUDIENCIA

Sacudida en la TV pública alemana tras un accidente en directo en un concurso

Rafael Poch  |  07 de diciembre de 2010 (18:55 h.)
Noche de sábado, de luces y lentejuelas en la televisión. Un programa concurso en directo desde Dusseldorf, que incluye hazañas de riesgo en su oferta y lleva por título ¿Apostamos que...?.

Noche de sábado, de luces y lentejuelas en la televisión. Un programa concurso en directo desde Dusseldorf, que incluye hazañas de riesgo en su oferta y lleva por título ¿Apostamos que...?.Uno de los más populares del país. Lo dirige y presenta Thomas Gottschalk, un veterano profesional del entretenimiento. 

Dos mil espectadores en el lugar, entre ellos políticos de primera fila como la presidenta de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, se aprestan a presenciar la temeraria apuesta de uno de los concursantes de la noche: Samuel Koch, de 23 años. Su gesta: salir al encuentro y saltar, cinco veces, sobre coches en marcha, impulsado por unos resortes flexibles que lleva sujetos en las piernas. Ya lo ha hecho dos veces y ahora le toca al tercero. El joven levanta la mano para dar la señal a su padre, que conduce el coche que se le echa encima a velocidad moderada, se lanza, salto mortal sobre el vehículo y, ¡hop!, cae de bruces en el suelo. 

\"¿Te has hecho daño?\", pregunta el presentador. Suena estúpido, porque Koch yace inerte y boca abajo en el suelo. La sexy Hunziker muestra más reflejos, \"rápido, rápido, un médico\". La cámara corta el plano inmediatamente. 

Los del programa intentan tapar la escena con telas. El público en pie, confuso y en silencio. Se ve a muchas mujeres impresionadas, tapándose la boca o el rostro con la mano. Aparecen los sanitarios en menos de dos minutos. Mientras recogen al accidentado y lo colocan en una camilla, el presentador alterna los aspavientos con el comentario \"siempre le salió bien en las pruebas\". Luego se supo que no era verdad. El jueves y el viernes, durante las pruebas del programa, Koch ya había tenido dos accidentes y había caído de espaldas, aterrizando con las posaderas, pero el joven seguía decidido y los organizadores no vieron motivo para disuadirle. Y ahora este marrón imprevisto. El programa se suspende, algo sin precedentes en sus casi treinta años de historia. 

El estado de Koch es crítico, aunque su vida no corre peligro. Tras una operación en cervicales y médula espinal, se le mantiene en coma inducido. Síntomas de parálisis. Quizá condenado de por vida a una silla de ruedas por esa estúpida noche circense de luces y lentejuelas. 

El debate ya ha comenzado, pero los medios se encargarán de que no llegue muy lejos.

Fuente:La Vanguardia

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